Descendí
hasta quedar embriagada
con el sol del mediodía
*

Es rápida, desesperante
Rara
Intensa
Carnal.
Posee una destreza de canis lupus
Con visión nistápole entre las piernas
Estremece
perpetúa
libera.
Tiene las llaves del hades

Y de la muerte
***

Soledad obscena
río en penumbras, vacío.
Una mujer enloquecida se ondula
llena de lujuria,
de mil masturbaciones  aderezadas
con el encanto de las dilaciones intencionadas.
Rápida vibración
insoportable,
Manos cortadas.

Airado deseo de retorcerse penetrada.
**

La pared fría
El piso
La cara inmóvil
El pecho temblando
Silencio mortífero
Ojos de fiera
Adentro agua
Y cuerpos revolviéndose

Barro en el espacio
Embriagada de este oscuro nupcial
De este basto cielo sin luna
Me suben y bajan las ganas de aullar en cuclillas
De ponerme entre las patas de una boca feroz.
Enciendo este papel que es mi cuerpo y mi destino
Descubro deseosa la sed que me habita

Sierva, impura, bestia soy

Cosecho mi sombra y me voy

Último canto desde la penumbra

Ante la flecha que amenaza con la herida
Yo construyo muros
Me persiguen hasta vos y te expulsan
Desterrando cualquier amenaza.
Cante una ceremonia por tu bien,
Al final del fuego seras pájaro.
Por la ventana voy a ver tus pasos primeros
Queriendo tocarte
Por la ventana te voy a ver

Desde adentro.
Tengo una tristeza de mar
de muerte
de calle vacía

Tristeza de rincones vírgenes
de esperas absurdas

Tengo una tristeza que tiene nombre propio
una tristeza propia

Se expande en formas acrílicas
muerde párrafos de memoria
me agarra los pies

Tengo una tristeza de páramo

Suena fuerte


y cae